Las cincuenta y tres estaciones de la ruta Tokaido eran cincuenta y tres postas repartidas por la ruta homónima que llegaba hasta la capital, establecida en la era Edo. Durante la segunda mitad del periodo Edo, a raíz del boom de viajes de la época, se publicaron diversas y variadas colecciones de estampas de lugares famosos entorno a estas cincuenta y tres estaciones.
El inicio de las cincuenta y tres estaciones de la ruta Tokaido era el puente Nihonbashi de la ciudad Edo. El puente Nihonbashi de Edo que marcaba el inicio de la ruta Tokaido se representa al amanecer en la estampa número 1 “Nihonbashi: una vista del arrebol”. La estampa número 2 forma parte de una colección creada por el artista de ukiyo-e Ochiai Yoshiiku inspirándose en una historia del escritor Robun Kanagaki que a su vez se basaba en el afamado relato “Tokaidochu Hizakurige” (Viaje por la ruta Tokaido – Un rato a pie y otro caminando) de Jippensha Ikku. Aunque la trama principal de esta historia son los divertidos y absurdos sucesos que experimentan los pícaros protagonistas Yajirobe y Kitahachi durante su viaje por la ruta Tokaido, en esta colección de estampas también se reflejan otros episodios como son las misiones venidas de la península de Corea que recorrían la ruta Tokaido.
La estampa número 3 es parte de una colección que en su parte superior consta de frases de célebres de escritores y poetas acompañadas de una ilustración, mientras que en su parte inferior se ilustran historias, leyendas y vistas de las diferentes estaciones. Específicamente en esta estampa se representa a una mujer que sirve el té en una casa de té de Fujisawa. El “regreso desde el monte” que forma parte del título de la estampa hace referencia al monte Oyama (monte Amefuri), y sobre el banco que se ubica detrás de la mujer se coloca un recipiente lleno de agua o sake con el que los peregrinos regresaban de su peregrinación al monte Oyama.

Dochu Sugoroku es un juego de mesa con motivos que representan en un único tablero las cincuenta y tres estaciones de la ruta Tokaido. El Sugoroku, un juego de mesa similar al de la oca, era un juego que se había transmitido desde la antigüedad y que estaba ampliamente asentado entre las clases populares de la era Edo. Sus tableros recibieron fuertes influencias de las estampas de lugares famosos y del afamado relato “Tokaidochu Hizakurige” (Viaje por la ruta Tokaido – Un rato a pie y otro caminando) de Jippensha Ikkude que narra las aventuras y desventuras de los pícaros Yajirobe y Kitahachi. Entre la variedad temática de ilustraciones de los tableros se destacan el tablero de la imagen número 4 “Juego de mesa Sugoroku de peregrinación hasta Kioto” de Utagawa Hiroshige que presenta estampas de las estaciones hasta la antigua capital, y el tablero de la imagen número 5 “Juego de mesa de las cincuenta y tres estaciones de la ruta Tokaido” de Utagawa Kunisada (Utagawa Toyokuni III) que distribuye imágenes de populares actores de teatro kabuki por todo su tablero.